Dios y la Masonería.
Mas si desde allí buscas a Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo corazón y con toda tu alma. Deuteronomio 4:29 (El Libro de la Ley)
El hombre de todos los tiempos ha imaginado a Dios de diferentes maneras, algunos han imaginado a Dios como un ser irracional, celoso, vengativo, por lo tanto carente de inteligencia. En pocas palabras el hombre ha hecho a Dios a su propia imagen y semejanza; es decir cada cultura tiene al Dios que refleja el espejo de su propia psique. La ciencia moderna por ejemplo tiene a ese Dios carente de existencia, porque el corazón de esos académicos simplemente carece de una sensibilidad y de un ser. Al contar el mito de Dios, al mismo tiempo, también contamos el mito del ser humano; y así entenderemos un poco más lo que significa ser un humano. Si existió un comienzo para la búsqueda de Dios, esta comenzó precisamente en la misma mente humana, si está se ha desarrollado, y si alguna vez esta búsqueda concluirá será precisamente en la misma mente humana. Y es que apenas y comenzamos a desentrañar la mente humana, pero cuando hablo de la mente humano no debemos pensar simplemente en el cerebro, sino en un conjunto mucho más complejo que incluye una psique colectiva, un consciente colectivo.
Uno de los precios más caros que hemos pagado por estar dotados de una conciencia, es que tenemos conciencia de un algo que supera en mucho lo mundano, y por tanto trasciende nuestra cotidianeidad. Y es cuando nos preguntamos ¿Quién es el centro de nuestras religiones, Dios o el ser humano? Ver desapasionadamente a la Religión y sus extraños componentes, comenzamos a captar una cosa: nosotros con toda nuestra tecnología moderna seguimos comiendo lo mismo que nuestros antepasados de hace 10 mil años, y tenemos exactamente el mismo final que ellos, y por ello es obvio tenemos igualmente las mismas creencias del pasado, no hemos cambiado en nada. Y nos preguntamos ¿existe un Dios Universal un Ser Supremo?
Firmemente debemos pensar que si, que si existe un Algo Universal una Suprema Inteligencia, pero esta es muy diferente a todo cuanto nos han contado todas las religiones y los sabios, esta nunca se ha revelado al hombre, por la sencilla razón que para ese Algo o Alguien Superior no le es necesario hacerlo. Muchos sentirán una orfandad ante un Dios que no se ha revelado al hombre, un Dios no antropomórfico, que no es Padre, ni Arquitecto, ni consolador, ni clemente, ni amoroso; el ser humano necesita de una figura Celestial y cuando le decimos que no es así debe ser desconsolador. Pero ese Algo o Alguien Superior hizo leyes Naturales y Universales tan precisas que por nosotros son constatables y verificables; y al parecer Dios es el ultimo en pretender violarlas, en esta escala de Leyes Universales es incuestionable que hay una oportunidad para nosotros de trascender y evolucionar hacia niveles superiores de consciencia. Podemos preguntarnos ese Gran Maestro Carpintero Especulativo Cristo, ¿ estaba equivocado? Al parecer en el Evangelio de Judas Iscariote recientemente difundido habla de otra realidad divina que no esta manifestada, a la que la mayoría de los humanos no estaba consciente, y en otra ocasión los discípulos le interpelan el porque les habla en parábolas, contestándoles que ellos (el pueblo) no estaban aún capacitados para comprender las cosas divinas, y que por eso les hablaba en otro lenguaje indirecto. Los hindúes hablan de otra realidad superior por encima de sus múltiples dioses llamada Brama o Para - Braman que no está condicionada a nada ni a nadie.
Por otro lado las ideas de Buda el iluminado, eran tan radicales que cuestionaban la idea de un Dios, al menos como las religiones del pasado y de la actualidad lo consideran El concepto de Dios en la Masonería es más flexible que el de las religiones, pues las religiones con sus normas rígidas y sus dogmas incuestionables, no dan oportunidad a encontrar a Dios tal cual es en realidad, en la Masonería no se impone ningún preconcepto, ni una forma concreta de Dios, sino que por el contrario al Masón se le da la oportunidad de buscar a Dios por él mismo, pues es la única forma de encontrarlo según y la Masonería lo considera.
